serena brisa
a mi cuerpo abraza
enfriando mis grietas
refrescando mis heridas

poco a poco
el mar de cristales
que de mis ojos brotaba
fue casando su oleaje
convirtiéndose en río
y cambiando su cause

el aire, tenía un toque de melancolía
una pizca de tristeza
y un manojo de desespero
que me embriagan en un sueño
de tristeza dolorosa
y odiosos recuerdos

aun la luna
brillante y divina
no lograba con su luz
calmar mi sentir

y el canto nocturno
de la sonata de grillos
no apaciguaba el galopar
de mi corazón desembocado

quien diría
que después de una inmensa alegría
y de un romance
que sería de película
de tal manera
terminaría

© bellMontero