El pecado del blues
Una añeja guitarra
que acompaña tus pasos;
sus trastes tan ladinos
nos seduce con notas.
Con estilo de gángster
te enciendo tu cigarro;
y mientras me deleito
con tus labios bermejos.
Me rompo la camisa;
me está matando el líbido.
firmame en la carne
con la hoja de tus uñas.
Y la topografía
la estudio por tu cuerpo;
hasta que tus pupilas
pierdan la orientación.
El pecado del blues
es crear la pasión fatua;
ya no importa los planes
en este encuentro súbito.
Solo importa el placer
del contacto de la piel;
perderse entre gemidos
y encontrarse en el clímax.
© Silvano Dixon
que acompaña tus pasos;
sus trastes tan ladinos
nos seduce con notas.
Con estilo de gángster
te enciendo tu cigarro;
y mientras me deleito
con tus labios bermejos.
Me rompo la camisa;
me está matando el líbido.
firmame en la carne
con la hoja de tus uñas.
Y la topografía
la estudio por tu cuerpo;
hasta que tus pupilas
pierdan la orientación.
El pecado del blues
es crear la pasión fatua;
ya no importa los planes
en este encuentro súbito.
Solo importa el placer
del contacto de la piel;
perderse entre gemidos
y encontrarse en el clímax.
© Silvano Dixon