Así como la fugaz presencia de una estrella que viaja superando la velocidad del sonido en el espacio. Ese breve instante donde te consterna y te embelesa el momento.

Así eres tú.
Así es tu presencia.
Así es tu ausencia.
Así es tu esencia.

No seré el primero ni mucho menos el último que en tus mensajes espera. Y cuando la soledad se asienta, tu llegada alegra mi ser y eleva mis labios en tan hermosa mueca.

Solo esto quiero dedicarte, unas pocas palabras para expresar el ser maravilloso que representas. Y me siento muy orgulloso porque no soy el único por el cual así tienes la costumbre de expresarte. Eres única, eres dedicada, eres luchadora y, por sobretodo, encantadora.

Me fascina tu presencia.
Me fascina que existas.
Me fascina que inmortalices felicidades.

De: mí.
Para: tú.