¿Cuál es el camino más viable para alejarte de mí?
¿Aún existe alguna manera de perderme en ti?
No comprendo la causa de tu presencia.
Parece que el perro volvió a su vomito, y se aferra a este con insistencia.

Insuficiente para ti, es el castigo que por ti tuve que pagar.
Dudo que percibas el daño con el que por tu culpa debo cargar.
Imitas al fénix, intentando rehacer esta relación de las cenizas.
Crees que, con un par de caricias, cual pegamento con fisuras, arreglarás mi corazón hecho trizas.

Ahora eres buena, todo por mi prometes, y aparentas ternura y bondad.
Pobre ingenuo que en tu trampa caiga, para ver al universo dueño de la crueldad.
Inofensiva te muestras, aseguras que con buenas intenciones regresas.
Falacias y patrañas, el lobo siempre será astuto para atraer a sus presas.

Mas mi molestia no es por tu regreso, ni por tu esperanza.
Me incomoda mas bien, tu asombro de que a mi alma ahora, rodea una coraza.
Inútiles fueron mis besos, desechables para ti se volvieron mis caricias.
Pero proyectas indignación y dolor al contemplar mi conciencia sobre tu malicia.

El pecado imperdonable, a pesar de todo, no lo cometiste tu.
Lo cometo yo, al sentir pena por un ser tan despreciable, ¡Esto si que debería ser un tabú!
No saber rechazarte es tal vez mi mayor fallo, aquel error que me persigue noche y día.
¿Cómo te hago entender, que ahora aborrezco tu compañía?

© Ctxz