¿Recuerdan la primera vez que amaron? Todos tuvimos un precipitado romance. Ese que nos
enseñó a valorar… y también el que nos enseñó a valorarnos. Nunca se podrá olvidar. Vivirá siempre en nuestros corazones. No nos tendría que afectar; después de todo, fue una lección importante de vida.
La soledad es tan deliciosa y se disfruta demasiado… pero la compañía compatible cambia por completo las tornas. A veces queremos darlo todo y demostrar que valemos mucho, y no es algo raro, sentimos esa pequeña necesidad de alzar la voz para que sepan lo que somos. Llega un punto de la vida en el que no necesitas a nadie, pero sí quieres compartir tu vida con alguien especial. Quieres a esa persona por elección; no obstante, no por necesidad. Y es algo difícil de entender a día de hoy… ninguna persona está preparada para escuchar a alguien decirle: “Quiero estar contigo porque te quiero y te escojo, no porque te necesito o algo por el estilo.” Solo las personas seguras de sí mismas están conscientes de eso y aceptan el compromiso; sin embargo, la mayoría se ofende por pensar que no valen nada en la vida de una persona muy segura de sí misma.
© Brione Alessander