La Mañana
Hay una paz sobrehumana
en el silencio de las mañanas,
cuando las ramas de la ciudad
siguen en su invierno desnudas.
Sin ojos, ni soles, ni faros.
Solo el humo de mis manos
y el eco de mis espacios.
Indultado de sueños y camas
voy...
en el silencio de las mañanas,
cuando las ramas de la ciudad
siguen en su invierno desnudas.
Sin ojos, ni soles, ni faros.
Solo el humo de mis manos
y el eco de mis espacios.
Indultado de sueños y camas
voy...