Debo ordenar mis cosas,
armas las maletas,
debo regresar conmigo.

Ya lo había hecho,
creo yo, claro.

Siempre olvido algo,
los cuentos,
los recuerdos,
mis gatos,
cualquier cosa.

Se supone que ya me despedí,
la culpa quería dejar,
pero se fue detrás de mí.

¿A dónde regreso?,
Si ya todo esto es una casa vacía,
muy bien cuidada,
ni nuestras sombras quedaron,
ni tus errores,
ni los míos,
no quedó nada.

A morir en vida,
a vivir en muerte,
a buscar a mi pobre alma.

Más real no pudo ser,
pero tan vacío está esto,
que ya se me olvidan las cosas.

Ya no lees mis cartas,
me las regresa el cartero,
creo que necesito alejarme,
volverme a despedir.

Gracias por tanto amor y alegría hacerme sentir.
Te amo.

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