Gotas se expanden en
un charco de desgracia,
aumentando la suspicacia
que se venda de perspicacia,
agraciada por picardía,
promesas de audacia,
falacias amputadas,
sepultadas en el asfalto
de una mirada bastarda,
sellada por venganza
al no existir la balanza,
tú estás nadando en la bonanza,
mientras el mío se somete
a estabilizadores en la mañana.

Díganme...
Díganme...

¿Como acabar con lo que siento?
¿Cómo se olvida todo esto?
¿Cómo saco el odio que llevo dentro?
Mi ser se ha convertido
despreciable, se pudre lento...
Debo saciar mi cuerpo;
desidente de mi propio veneno;
inevitable a que no ocurra...
Es notable el culpable
de mi desdicha,
está predicha su contradicha
que dictamina como sentencia
a lo que denomino alegría.
¡No lo merecía!
Tú apareces como si nada
generas que tiemble lo poco que construí,
deshaces todo y
luego te alejas nuevamente de mí.

¿Cómo has estado?
Como la puta mierda la he pasado.
¿Cuánto tiempo ha pasado?
Lo suficiente como para seguirte odiando.
Mi sangre hierve;
mi demonio duerme;
mis sentimientos no se detienen;
mi tristeza emerge;
mi ser preservé en tu laberinto confuso;
aceptarme no ha sido fácil,
adaptarme a su abuso y
uso esa emoción para impulsar
mis letras.

¿Cómo transformar el núcleo
de este miserable problema?
¿No se dan cuenta?
¡La oscuridad no muta en luz!
¡Su raíz siempre será la misma!
Mira...
Aceptarla es lo que quizás
te alargue la vida...
Para no ser seres viviendo
en una ilusión repetida.
Incluso expulso algo que no termina...
Quizás por capricho del destino,
por no seguir el mismo camino,
por siquiera intentar,
admiro a los que han podido superar,
los que han podido olvidar,
ellos han podido cambiar
para ser felices una vez más.

Aquí estoy esperando un
instante que cambie mi suerte,
volver a encontrarme aún que
la original se ha perdido parcialmente,
me gustaría arriesgarme por amor
a pesar de tener miedo,
dedicarte mis poemas y construir algo nuevo,
es un sueño dejar de poner barreras,
nunca más estar alerta por no querer
volver a sentir dependencia,
Ahora soy esto...
una persona que teme sentir,
que prefiere perder oportunidades
para no salir lastimada al fin.
¿De qué sirve?
¡Creo que de nada!
Pero es mi batalla,
hallaré de alguna manera atravesar la muralla,
quererte como te lo he prometido,
unir nuestros mundos para rozar lo infinito.
Y con miedo te digo...
Haré lo posible para estar contigo.

© All Rights Reserved