...

19 views

s/t
Desde que fluyes...
o te estacionas,
o ambas cosas;
Desde que me brotas
como un salpullido en la piel
y erosionas por demás cada espacio;
desde que apareció tu imagen
y mis lunas dejaron de menguarse,
desde que me ocupas
y me inerva de amor por ti la sangre,
una extraña mansedad se me quiere hacer costumbre,
y temo,
profundamente temo...
no sé si a la rebeldía que siempre supo acompañarme,
o a la necedad de no querer ser domesticado.




Carlos Joel

© All Rights Reserved