Ha llegado el invierno, tiempo pasó desde que te fuiste, las rosas que con ilusión solías regar se han marchitado, mi niña, ¿por qué llegó tu hora tan pronto?

... Como tonto enamorado del pasado, intento retroceder el tiempo para verte a aquí a mi lado, eras feliz. Recuerdo verte sonreír, recuerdo que decías que era tu superhéroe, el más fuerte y valiente que existía en tu pequeño mundo.
Y fue así como pude con todo por ti, mi pequeña, mi amor... Pude haber hecho más por ti, si tan solo hubiera llegado antes.
No sabes lo que sentí al recordar tu último grito de agonía, al ver tu cuerpo inerte, desnudo y desangrado, el alma abandonó mi cuerpo. Te despediste con la mirada y me dejaste petrificado. Según los médicos, más de 10 horas pasaron cuando hallaron tu cuerpo junto al mío, los dos sin alma, pero uno con el corazón aún latiendo. Fuiste abusada, aquel enfermo me las tiene juradas, hasta que sea capaz de cumplir con tu voluntad, es tan difícil perdonar.

Sigo aquí a tu lado, a ese cuerpo le destrozaron el alma. Ahora solo soy capaz de sentir cuando hablo para ti.
Saldré de casa, no puedo decirte a dónde iré. Al menos espero ver por última vez cuánto has crecido. Con amor, papá.