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¿Qué somos nosotros sin ella?
Si la semilla a germinado en su suelo no importando el tiempo, solo aquel que es capaz de ver más allá de sus fronteras cognoscitivas sabe que la madre tierra es la que habla.
Es ella la que nos sacude la conciencia, no importa en el hemisferio terrestre en el que te encuentres, si te pasas de lanza, ella sencillamente te acaba.
Como el mar devorando la arena, mientras el ser humano egoísta solo la consume, la explota, la destruye y no pasa nada.
Nada, hasta que una bomba estalla, un barco de petróleo se hunde, se extingue la fauna, se acaban las flores, mientras los ecologistas llaman a la ¡no contaminación!
Las grandes empresas transnacionales destruyen ecosistemas locales, arrasan con todo, destruyen la vida.
Pero los buenos spichts nunca faltan, en un mundo de avaricia y codicia, cualquiera puede fingir ser el héroe, mientras el cambio climático nadie lo detiene.
© Bohemia Tijax
Es ella la que nos sacude la conciencia, no importa en el hemisferio terrestre en el que te encuentres, si te pasas de lanza, ella sencillamente te acaba.
Como el mar devorando la arena, mientras el ser humano egoísta solo la consume, la explota, la destruye y no pasa nada.
Nada, hasta que una bomba estalla, un barco de petróleo se hunde, se extingue la fauna, se acaban las flores, mientras los ecologistas llaman a la ¡no contaminación!
Las grandes empresas transnacionales destruyen ecosistemas locales, arrasan con todo, destruyen la vida.
Pero los buenos spichts nunca faltan, en un mundo de avaricia y codicia, cualquiera puede fingir ser el héroe, mientras el cambio climático nadie lo detiene.
© Bohemia Tijax
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