vaya forma de vivir mi vida, creí que matando el tiempo mis heridas iban a sanar, creía que cerrando mis ojos mis fantasías se volverían realidad, creí que un mundo perfecto era posible por la fé que alimentaba la fuerza de mi cuerpo, hoy soy un pequeño fragmento de mi antiguo yo, cada parte de mi ser se perdió entre los escombros de mis sueños rotos.

cuando toqué fondo en mi más amarga agonía pude pactar y entregarme como sacrificio a cambio de migajas de alegría, el tiempo me dejaría matarlo, pero a cambio él me mataría, con un proceso más corto y casi imperceptible poco a poco lo fui perdiendo todo, al principio no me importó, tenía la idea de que partes pequeñas no son importantes, ahora camino sin rumbo siguiendo el reflejo del sol en la luna con la única parte que me queda de mi corazón y le ruego al cielo que devuelva mi antigua vida.

quiero volver a sentir que puedo llorar, las lágrimas ya no son parte de mí y no porque sea feliz, sino porque me acabé hasta la última gota de sal con los recuerdos del niño que vive en mí.
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