Iridiscencia
Eres como aquel último pétalo de la rosa más hermosa, dando su último susurro antes de caer en la acera.
Ante ese melifluo, son mis intentos de sostenerte.
Describirte es imposible,
Las palabras no alcanzan a escribir algo tan inefable.
Cómo lo fuiste,
cómo lo eres.
Eres mi serendipia
Andaba sin esperanzas, recorriendo calles en la sola admiración de lo efímero.
Y llegaste tú, hospedándote cual arrebol en mi corazón.
Teniéndome en una limerencia.
Negando muchas veces la atracción que ya existía desde que mis ojos vieron los tuyos.
Hablando con esa elocuencia que deja admirado a más de uno.
Y a mí, en primera fila.
La paz que transmitieron cada uno de tus besos
Fue como besar un algodón de azúcar
acariciar una nube.
Y el calor propio de una seguridad inmarcesible.
Tal vez eres experto, no lo sé.
Una vez más, caigo ante tus recuerdos.
Que vienen y van,
como las olas del mar,
De una estrella e iluminada noche.
© Y.Salas
Ante ese melifluo, son mis intentos de sostenerte.
Describirte es imposible,
Las palabras no alcanzan a escribir algo tan inefable.
Cómo lo fuiste,
cómo lo eres.
Eres mi serendipia
Andaba sin esperanzas, recorriendo calles en la sola admiración de lo efímero.
Y llegaste tú, hospedándote cual arrebol en mi corazón.
Teniéndome en una limerencia.
Negando muchas veces la atracción que ya existía desde que mis ojos vieron los tuyos.
Hablando con esa elocuencia que deja admirado a más de uno.
Y a mí, en primera fila.
La paz que transmitieron cada uno de tus besos
Fue como besar un algodón de azúcar
acariciar una nube.
Y el calor propio de una seguridad inmarcesible.
Tal vez eres experto, no lo sé.
Una vez más, caigo ante tus recuerdos.
Que vienen y van,
como las olas del mar,
De una estrella e iluminada noche.
© Y.Salas