Subí hasta el pico del bugarach y sentí el frío viento que se detiene sobre la cima, allá donde el cielo se ve aún más lejos de la tierra, quise tomarte la mano para andar contigo por última vez, estabas aún más arriba mamá, pensé en construir una escalera con los talentos que el gran Dios me dió, bajé de la cima y fui hasta el fin de la tierra buscándote, pero no estabas aquí, dícese que hay un lugar para aquellos que parten en este lado del sol, más no sé dónde está ese lugar, corrí y abracé la Cruz en la cual tú nombre se perpetuó, no estabas ahí, no sentí tu calor, ni tu amor, ni tu esencia, entonces fui hasta tu lugar favorito y sonreí, por primera vez sentí que había encontrado tu presencia, estabas aquí, en la sala de menesteres, en el lugar donde nacen los amores y se extiende el olvido, estabas en mi, en mis ojos, en mis manos, en mi corazón y en la vida mía, aquí siempre estuviste y yo tanto que te busqué, te amo mamá.
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