Si yo fuera poeta, hablaría de su sonrisa,
En el velo de la noche, es lumbrera que me guía,
Dictadora dominante, de mi calma y de mi prisa,
Es camino y es destino, mi motivo cada día.

Si yo fuera poeta, hablaría de su dulzura,
Un soneto de lo etereo, que a mi mente contamina,
Que mata mis voluntades, que es mi calma y mi tortura,
Es mi hambre y mi sustento, es mi paz y mi doctrina.

Si yo fuera poeta, hablaria de su mirada,
Un océano de cielo, de profundas ilusiones,
De sedientas agonías, de mi alma condenada,
A morir por esos ojos, sin razón ni condiciones.

Si yo fuera poeta, hablaria de sus caderas,
El remanso de mis sueños, cabalgando entre cometas,
Furibundas travesías, por divinas cordilleras,
Fantasia de las pasiones, de los versos de poetas.

Ooz.
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