Sombra entre sombra, ¿cómo identificar esa imagen del fondo del pozo? Guardar silencio para oler mejor y palpar lo invisible, necesitamos todos los sentidos para lograr atrapar lo que no huye.
Vemos y nombramos, pero aquella realidad se centra insignificante, convergente en el centro de nuestro oscuro pozo.

Entonces hay que irla desgajando de a poquito, quitándole la cáscara de lo habitual con lo que la hemos conocido, así, con uñitas. Apréciala quietamente y vele construyendo un nombre. Hay mucho de atrevimiento en estos momentos. “Serás como yo quiera que seas y no dejarás de ser tú misma”, hay que decirle sin que nos oiga.

Luego vendrá poco a poco el momento de la reconstrucción. Sacarás tu imagen de aquel oscuro pozo y la tendrás justa en tu mano. Ya luego ella volará sola, luminosa, tanto que pocos sabrán verla y capturarla entre sus ojos. Deslumbra a grado tal que resulta invisible.

© Ergo Rodrerich