¿En qué mundo de ensueño te has escondido? ¿Por qué ya no sonrió al pensar, al recordar lo que un día habías sido? Todo está sumergido en un mar de tinieblas, mientras ando en un camino antes enriquecido por el suspirar de tu mirar que me hacía recordar y olvidar cada uno de los deseos, del Perseo que un día fui.

Contra la medusa me enfrente y con un corazón de piedra me quedé, deseé no revivir, no sentir aquel lamento que había producido y escupido en una cascada de dolor y temor tras ver los ojos de la muerte en ese mundo inerte.

Contra la...