Me coloco frente al espejo y soy incapaz de reconocer quién está adelante de mi,
no es quien era y mucho menos quién deseaba ser.
Pero soy incapaz de culparlo por su existencia ya que a través del cristal podía contemplar en su mirar la tristeza de su alma,
como si aquellos ojos me suplicaran que por favor lo ayudará a dejar de existir,
pero era incapaz de semejante acto.
Le sonreí con tranquilidad como si quisiera convencerlo de que todo estaría bien,
¿pero como convences a alguien sobre algo que te cuesta creer a ti mismo?
© pezguardian