Tuve un amor tan hermoso
que me parecía irreal, de mentira.
No podía creer que fuera posible,
para mí, tanta alegría.
A veces, tanto sufrir,
te vuelve incrédula, ensombrece.
Y terminó en el crepúsculo
la enorme dicha que,
quizás, era cierta.

¿Y cómo se revierte?
¿Cómo se regresa?
“Esos tiempos ya fueron”

Entonces, bueno…
Qué queda, qué espero.
No quiero más efectos de tristeza.
Jamás vuelve lo que se reniega.
Quizás, esa dicha no era cierta.

No lo sé, cómo saberlo.

Pero ahora SÍ creo posible,
para mí, amor y felicidad aquella,
esta vez a alas bien abiertas.


© Bella Maritza H. C.