Los escombros abrazan la desdicha y
una dicha es el desdén.
[Se acerca mi despedida].
No estoy perdida porque
le pido a mis demonios.
¡Manifiéstense!
Voy de ida al oasis por
maldecirte, ser infructuoso y mortal.
Puedo decirte que al oírte y
agonizar no te salvaré...
(Mi poesía será mortal).

Taquigrafiar y rajarte
con las letras.
¡Borraré tu rostro!
Y...
Eso procuraré.
Haré con ello un incendio forestal y
por última vez te masacraré.
Estas odas descontrolan
los efectos adversos por
la causa del desamor hostil y
traicionero el cual predije.
Acabé volviéndome inmortal y
abrí un portal con inciensos
del odio de mis matices.
El clamor de un amor deshonesto
que se dirigen al sepelio
de orbes distantes.
Voy cantando la nana sin ganas de respirar por recordarte ser miserable y pusilánime.

¡Ejecutaste al final tu hazaña!

Aspiro a purgar con gárgaras
el veneno de mi malestar.
Los hechos al ser sincera
jamás los he...