Flor del olvido
Hoy desearía confesarte con certeza,
de que tu recuerdo vive dentro de mi piel,
como las mil cartas de amor,
que esperan en un rincón del valor,
en el que mi corazón sigue perdiendo la razón,
se ha dado cuenta que ha caído ante el tuyo por atracción.
Vivo con la maldición de verte en toda partes,
de que nuestras miradas se crucen y así volver a odiarte,
para luego volver a amarte.
Y quizá pueda sacar todo el odio que he guardado,
para confesarte lo que nunca pude hablarte,
pero es que siempre que te miro, nunca sé qué decir,
tal vez desearía gritarte que te odio tanto como lo haces tú,
que mi corazón solo quiso esa noche abrazarte,
pero mi razón quiso odiarte.
Somos niños y amarte es como un juego para arriesgarse,
pero es que amar es mucho más que enamorarse,
y en el amor más que dar hay que quedarse,
tú y yo solo sabemos lo que es odiarse.
Sigo sin entender qué es este sentimiento,
el porqué...
de que tu recuerdo vive dentro de mi piel,
como las mil cartas de amor,
que esperan en un rincón del valor,
en el que mi corazón sigue perdiendo la razón,
se ha dado cuenta que ha caído ante el tuyo por atracción.
Vivo con la maldición de verte en toda partes,
de que nuestras miradas se crucen y así volver a odiarte,
para luego volver a amarte.
Y quizá pueda sacar todo el odio que he guardado,
para confesarte lo que nunca pude hablarte,
pero es que siempre que te miro, nunca sé qué decir,
tal vez desearía gritarte que te odio tanto como lo haces tú,
que mi corazón solo quiso esa noche abrazarte,
pero mi razón quiso odiarte.
Somos niños y amarte es como un juego para arriesgarse,
pero es que amar es mucho más que enamorarse,
y en el amor más que dar hay que quedarse,
tú y yo solo sabemos lo que es odiarse.
Sigo sin entender qué es este sentimiento,
el porqué...