Estoy solo, y mi unica compañia es mi presencia.

Aunque nunca estoy solo, siempre me acompaña la soledad y la demencia.

Y mi refugio está en los poemas para el alma.

Alma que sin tí se desarma.
Alma que ya no tiene calma.

Alma que vive en tortura desde que mi corazón te llama.

Y que aviva la llama de este amor,
Al fin y al cabo es demencia.
Felicidad disfrazada.

Pero una demencia que se transforma en desgracia.

Porque simplemente recuerda que ya no estás, ya no me acompañas.

Y aún tu voz presente entre mis llagas, hace que duelan, hace que ardan.

Pero no tanto como mi corazón y mi alma.

Alma de un errante soñador,
Alma de un forastero en estas tierras del amor.

Que no encuentra descanso
Ante la vida y su fama.

La traición y la hipocresía son su karma.

Karma que se paga con las lágrimas de mi corazón.

Y con los deseos de mi amor
Que solo entienden como estoy.

Que no comprenden al corazón
Con depresión indecente de un alma corriente.

Bajo el cielo de...