Me gusta el sol, su caricia en mi piel,
el mar que susurra historias sin papel.
Que el viento acaricie mi cara,
sentarme y dejar que el tiempo se desgrane sin pensar nada.

Mezclarme con cualquier mirada,
ser uno más, lejos del ruido y la jornada.
L'essence de la vie, pequeñas cosas que llenan el ser,
hoy no seré un suicida, beso el filo del cuchillo para renacer.

Respirar el aire, correr y proclamar "Estoy Vivo",
sabiendo que la paz es efímera, menos duradera que el motivo.
Hoy quiero brillar, como las estrellas en el firmamento,
dejar mi huella al andar, ser feliz en este momento.

Besaré el filo del cuchillo, símbolo de cada herida,
sentir que el barco de sufrir alcanza un puerto en la vida.
Ser así, brindar por el instante, no pedir más,
apreciar lo que tengo, sin sombras en el cristal.

Solo un suspiro, un vistazo al cielo,
ver lo hermoso del mundo cuando el sol se despide de su duelo.
Perderme en alguna cala, tiempo sin mirar atrás,
hoy no tengo tiempo para aquellos que me odiaban.

Cantar, contar lo que escribo, pasar tiempo en la calle,
ver cuánto he conseguido, victorias con animales y amigos, esa es la moraleja.
Solo quiero fluir, dejar que el alma vuele,
calma es todo lo que necesito, combatir con palabras en lugar de armas.

Vivir es un regalo, el fallo es desearlo todo,
siempre hay alguien peor, resolviendo su puzzle solo.
Bajo la piel hay lobos, pero puedes matarlos de hambre,
ser feliz si sabes cómo, cambiar el rumbo, desafiar al tiempo y al hambre.

La grande essenza della vita,
un suspiro, efímero, pero eterno en su melodía.
Quiero quedarme un rato más aquí, en paz,
porque todo se va, pero hoy es mi fugaz momento de solaz.

© HAYST