Crece el desierto
Crece el desierto
Crece, crece el desierto y cada vez se hace más largo el camino, caminante, y seca está mi mente como la higuera maldecida por El crucificado, por El loco. Higos no puedo dar ya para el pobre eremita, ni aún sombra para defender su extenuado cuerpo de la inclemencia del sol que se alza, hoguera eterna, sobre todos los mortales que brincan como pulgas en las arenas ardientes. Pero...
Crece, crece el desierto y cada vez se hace más largo el camino, caminante, y seca está mi mente como la higuera maldecida por El crucificado, por El loco. Higos no puedo dar ya para el pobre eremita, ni aún sombra para defender su extenuado cuerpo de la inclemencia del sol que se alza, hoguera eterna, sobre todos los mortales que brincan como pulgas en las arenas ardientes. Pero...