Romancero a la lluvia
El cielo se ocultaba con un manto grisáceo,
lloraban las nubes y bailaban los rayos.
El granjero al cultivo rociado saluda;
germinan las semillas, se expanden los prados.
Las gotas se precipitan sobre la tierra,
haciendo el amor convirtiéndose en barro.
En el alcor ya los rebaños se apasentan,
porque en verde se tiñen los pechos del campo.
Bailaba una tribu cerca del pedregal,
por la sequía que a su fin estaba llegando.
El estrés de una mente agotada invernaba,
oyendo la lluvia caer en fuego cruzado.
Los navíos cabalgan sobre olas indomables,
cuidado capitán con el oleaje bravo!
La lluvia es vida o muerte según su medida;
dijo con tristeza un corazón inundado.
© Silvano Dixon
lloraban las nubes y bailaban los rayos.
El granjero al cultivo rociado saluda;
germinan las semillas, se expanden los prados.
Las gotas se precipitan sobre la tierra,
haciendo el amor convirtiéndose en barro.
En el alcor ya los rebaños se apasentan,
porque en verde se tiñen los pechos del campo.
Bailaba una tribu cerca del pedregal,
por la sequía que a su fin estaba llegando.
El estrés de una mente agotada invernaba,
oyendo la lluvia caer en fuego cruzado.
Los navíos cabalgan sobre olas indomables,
cuidado capitán con el oleaje bravo!
La lluvia es vida o muerte según su medida;
dijo con tristeza un corazón inundado.
© Silvano Dixon