¡Añoro vivir en el mundo
que me inventé y no
en éste holograma insípido
y funesto que me proyectan!

Quiero exponer
mis organos al viento,
bailar con el vestido razgado,
colgando echo jirones,
los ojos cerrados
y el corazón bombeando
sueños...

Deseo saltar
a la garganta de la cordura
y desgarrarla
con los dientes y las uñas,
que no quede asomo
de vida en sus pupilas sabiondas
y su ceño sensurante.

¿Quién ha dicho
que deseo curarme?
¿Dónde esta el manual
que dicta que padezco
de alguna dolencia?
Comienzo a creer
que adolezco sólo
de esta maldita sanidad mental
que se niega a marcharse.
© yisetclavel