Dádivas
Nosotros, los de la viña dorada,
nosotros, los del viento de paz,
ironía constante,
concédenos una hora trágica
para distinguir el bien del mal.
Solíamos confiar
en los prados de hierba alta;
ahora recibimos,
en gestos diminutos,
las Dádivas de la Amabilidad.
© snieto
nosotros, los del viento de paz,
ironía constante,
concédenos una hora trágica
para distinguir el bien del mal.
Solíamos confiar
en los prados de hierba alta;
ahora recibimos,
en gestos diminutos,
las Dádivas de la Amabilidad.
© snieto