Utopía pregunta el niño;

Y en la gota de sangre que llora sin deriva,
El retrato de un Dios que cansado de vigilar vomita…

Extiende la mano, mi vida, si no hay don ni regalo, de mis llantos respirarás la vida.

SOLO, de sin morir muriendo agonizan mis cantos;
En mi gritar tu voz será mi rima.

Hijo mío? La sombra de tu calavera a la sombra de la calavera mía, que de mis muertes renazcan las muertes de tus espantos y si de alzarse mundos caíste con la caridad perdida, doblaras campanas por los rescoldos de la infinitud de mis malos días