El Adiós de un Corazón Firme
Ya entendí, lo veo claro,
no soy más que una sombra en tu camino,
una segunda opción, un eco lejano,
donde antes fui luz, ahora soy destino.
Las palabras dulces que me ofreciste,
eran mentiras disfrazadas de amor,
me atrapaste en sueños que no existen,
y ahora todo se ha vuelto dolor.
Esperé tus mensajes, una y otra vez,
pero el silencio fue mi única respuesta,
me di cuenta que nunca fui tu interés,
que tus promesas eran solo una apuesta.
Debí haber sido fría, como al principio,
guardar mis sentimientos en un rincón,
pero me dejé llevar por un suspiro,
y ahora soy yo la que necesita atención.
Las llamadas que antes nos unían,
ahora son solo recuerdos que duelen,
me pregunto si alguna vez sentías,
o si todo fue un juego que desvelen.
Debí encerrar mi corazón, sin duda,
decirme que la mayoría son iguales,
no responder ese primer mensaje,
y evitarme así estos males.
Quise salvar lo que teníamos, lo intenté,
pero tus mentiras eran una cadena,
aguanté el dolor, lloré en la oscuridad,
pero ya no más, esta será mi condena.
No derramaré más una lágrima por ti,
he prometido ser fiel a mí misma,
guardar mis lágrimas, no por lo que perdí,
sino por el amor que ahora me guía y me anima.
Si un día notas que mis mensajes ya no llegan,
y el silencio es mi única respuesta,
sabrás entonces, sin palabras ni tregua,
que en ese instante, para siempre, me perdiste.
Prometí no volver a esa situación,
si me buscas, seré como el viento,
indiferente, sin una reacción,
como si nunca hubieras sido mi aliento.
Tu perdón ahora llega demasiado tarde,
mi mente te ha olvidado, aunque duela,
mi corazón aún suspira por lo que fue,
pero sé que un día, también se desvela.
No hay vuelta atrás, no más dolor,
no me podrás recuperar, se acabó,
mi promesa es firme, ya no hay temor,
mi vida sigue, tu sombra se desvaneció.
© Lovely Writer
no soy más que una sombra en tu camino,
una segunda opción, un eco lejano,
donde antes fui luz, ahora soy destino.
Las palabras dulces que me ofreciste,
eran mentiras disfrazadas de amor,
me atrapaste en sueños que no existen,
y ahora todo se ha vuelto dolor.
Esperé tus mensajes, una y otra vez,
pero el silencio fue mi única respuesta,
me di cuenta que nunca fui tu interés,
que tus promesas eran solo una apuesta.
Debí haber sido fría, como al principio,
guardar mis sentimientos en un rincón,
pero me dejé llevar por un suspiro,
y ahora soy yo la que necesita atención.
Las llamadas que antes nos unían,
ahora son solo recuerdos que duelen,
me pregunto si alguna vez sentías,
o si todo fue un juego que desvelen.
Debí encerrar mi corazón, sin duda,
decirme que la mayoría son iguales,
no responder ese primer mensaje,
y evitarme así estos males.
Quise salvar lo que teníamos, lo intenté,
pero tus mentiras eran una cadena,
aguanté el dolor, lloré en la oscuridad,
pero ya no más, esta será mi condena.
No derramaré más una lágrima por ti,
he prometido ser fiel a mí misma,
guardar mis lágrimas, no por lo que perdí,
sino por el amor que ahora me guía y me anima.
Si un día notas que mis mensajes ya no llegan,
y el silencio es mi única respuesta,
sabrás entonces, sin palabras ni tregua,
que en ese instante, para siempre, me perdiste.
Prometí no volver a esa situación,
si me buscas, seré como el viento,
indiferente, sin una reacción,
como si nunca hubieras sido mi aliento.
Tu perdón ahora llega demasiado tarde,
mi mente te ha olvidado, aunque duela,
mi corazón aún suspira por lo que fue,
pero sé que un día, también se desvela.
No hay vuelta atrás, no más dolor,
no me podrás recuperar, se acabó,
mi promesa es firme, ya no hay temor,
mi vida sigue, tu sombra se desvaneció.
© Lovely Writer