En mi sala, un girasol,

Que le di en San Valentín,

Ha perdido sus colores y su aroma

Desde el día que la perdí.

 
Siento tanto su ausencia,

Su flama ya se apagó,

Pero aún sigue latiendo su esencia

Dentro de mi corazón.



Miro al cielo,

Rogando que esté dormida en nuestro lecho,

Que esto solo haya sido un espantoso sueño;

Dios te ruego,

Trae de vuelta su alma, levanta su cuerpo,

Yo ya no quiero vivir si no la tengo.

 
Me hace falta,

Extraño tanto su risa, su mirada,

Y el sonido de su voz que me acunaba;

A mi alma,

Ella era la única que la aliviaba,

Le daba color, hacía que brillara..



Señora de la guadaña,

Lléveme a mi también,

Ella era mi girasol y la extraño,

Quiero volverla a ver.

 
Señora de la guadaña,

Lléveme por favor,

Ella era mi girasol y la extraño,

No aguanto este dolor.

 
¡Ay! Dios regresa el tiempo,

Vuelve a encender su palpitar

Y detente en un beso,

Lleno de luz y eternidad.

 
Señora de la guadaña,

Lléveme a mi también,

Ella era mi girasol y la extraño,

Quiero volverla a ver.

 

Sentado en aquella banca,

Que vio a nuestro amor crecer,

Evocando cada beso que nos dimos,

Lloro hasta el amanecer.

 
Recostado en nuestra alcoba,

Donde tanto yo la amé,

Recordé que me cantaba en las noches,

Y me hacía renacer.



En la lluvia,

Caminábamos cerca de una ría,

Sus rizos escarlata se desteñían,

No hubo angustia,

Más poderosa era nuestra alegría,

Sonrió y me dijo cuanto me quería.

 
Nos fundimos,

Esa noche, un solo abrigo nos volvimos,

Las aves y las nubes fueron testigos;

Y el rocío,

Como un rabino, bendijo nuestro idilio,

Esa noche tocamos el infinito.

 

Señora de la guadaña,

Lléveme a mi también,

Ella era mi girasol y la extraño.

Quiero volverla a ver

 
Señora de la guadaña,

Lléveme por favor,

Ella era mi girasol y la extraño.

No aguanto este dolor.

 
Rey de reyes, libera,

A los jinetes y a la bestia,

Que suenen las trompetas

Y que comience la tormenta,

Cumple la profecía

Y termina con la existencia.

 

Señora de la guadaña,

Lléveme a mi también,

Ella era mi girasol y la extraño,

Quiero volverla a ver

 
Señora de la guadaña,

Lléveme por favor,

Ella era mi girasol y la extraño,

No aguanto este dolor.


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Mi hermosa flor que brilló,

Durante todo su existir,

Ya se marchitó,

Ya no quiero vivir,

Sin mi Girasol de Carmín.


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