Conversando a solas
Aquí tiene una conversación:
Suponiendo que tuviese un amor.
Desde la periferia, el miedo me abraza,
donde el futuro es incierto y la sombra es amenaza.
Si el dinero se escapa y la salud se desvanece,
¿podremos amarnos en la tristeza que crece?
Desde el centro resuena una voz firme y clara,
el amor es un faro que jamás se separa.
El dinero es un espejismo, no define el ser,
si en la miseria hallamos cómo renacer.
Desde la periferia, la ansiedad me inquieta,
temo que en la lucha nuestra unión solo se estanca...
Si las penas nos encuentran en noches sombrías,
¿cómo seguir juntos sin perder las alegrías?
Desde el centro se escucha, el amor es un lazo,
más fuerte que el temor, más firme que el fracaso.
Las pruebas son escalones en nuestro caminar,
y en la aceptación, hallamos nuestro hogar.
Desde la periferia, deseo un futuro brillante,
donde cada susurro sea dulce y constante.
El miedo a pelear es un eco que grita,
mas en la unión sincera, el amor siempre habita.
Desde el centro, se siente que juntos somos fuertes y pacientes,
que el amor se nutre de sueños y de puertas relucientes.
Si aceptamos el ayer con sus cicatrices,
seremos invencibles, aun en las crisis.
Así, desde la periferia, elijo el amor,
aun cuando la vida nos presente cosas sin color.
Y desde el centro, la promesa se entiende y florece
que si ambos lo queremos, el amor no perece...
Así, en la pobreza, en el riesgo y el canto,
seremos fuertes, avanzando en cada encanto.
Desde el centro y la periferia, juntos vamos a brillar,
en la danza del tiempo, el amor es nuestro hogar.
¿Alma te atreves a soñar?
© All Rights Reserved
Suponiendo que tuviese un amor.
Desde la periferia, el miedo me abraza,
donde el futuro es incierto y la sombra es amenaza.
Si el dinero se escapa y la salud se desvanece,
¿podremos amarnos en la tristeza que crece?
Desde el centro resuena una voz firme y clara,
el amor es un faro que jamás se separa.
El dinero es un espejismo, no define el ser,
si en la miseria hallamos cómo renacer.
Desde la periferia, la ansiedad me inquieta,
temo que en la lucha nuestra unión solo se estanca...
Si las penas nos encuentran en noches sombrías,
¿cómo seguir juntos sin perder las alegrías?
Desde el centro se escucha, el amor es un lazo,
más fuerte que el temor, más firme que el fracaso.
Las pruebas son escalones en nuestro caminar,
y en la aceptación, hallamos nuestro hogar.
Desde la periferia, deseo un futuro brillante,
donde cada susurro sea dulce y constante.
El miedo a pelear es un eco que grita,
mas en la unión sincera, el amor siempre habita.
Desde el centro, se siente que juntos somos fuertes y pacientes,
que el amor se nutre de sueños y de puertas relucientes.
Si aceptamos el ayer con sus cicatrices,
seremos invencibles, aun en las crisis.
Así, desde la periferia, elijo el amor,
aun cuando la vida nos presente cosas sin color.
Y desde el centro, la promesa se entiende y florece
que si ambos lo queremos, el amor no perece...
Así, en la pobreza, en el riesgo y el canto,
seremos fuertes, avanzando en cada encanto.
Desde el centro y la periferia, juntos vamos a brillar,
en la danza del tiempo, el amor es nuestro hogar.
¿Alma te atreves a soñar?
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