Sombra de verso rupestre
Podría escribir mil poemas,
y nunca tocar el alma
de alguien como la mía,
tan ajena en una caverna
de odio y desgracias primitivas,
tan roto con el pecho,
y con un deseo,
único e irrevocable:
Ser extranjero
del oxígeno,
ser independiente
de las lágrimas,
ser acero en el hueso.
Ahí, donde la muerte
siento arañar mi calcio.
No porque sea única:
sino porque nunca volvería
a tajar mi mente
como un tronco.
Para que prendan fuego
y que mi sangre arda
despidiendo chispas;
visible para todos
y oída por nadie:
un monstruo rupestre
erráticamente muriendo.
Podría ser polvo
olvidado, tosco y gris
como el granizo.
Ser su agua derretida
en la suela de alguien,
muriendo a la espera.
De ser algo más que esto,
una ola fantasmal de alma,
violenta y melancólica.
Un ojo de búho solo,
tan alejado en piedra.
Ser más vida y llanto
de lo que puedo
atreverme a ofrecer.
© All Rights Reserved
y nunca tocar el alma
de alguien como la mía,
tan ajena en una caverna
de odio y desgracias primitivas,
tan roto con el pecho,
y con un deseo,
único e irrevocable:
Ser extranjero
del oxígeno,
ser independiente
de las lágrimas,
ser acero en el hueso.
Ahí, donde la muerte
siento arañar mi calcio.
No porque sea única:
sino porque nunca volvería
a tajar mi mente
como un tronco.
Para que prendan fuego
y que mi sangre arda
despidiendo chispas;
visible para todos
y oída por nadie:
un monstruo rupestre
erráticamente muriendo.
Podría ser polvo
olvidado, tosco y gris
como el granizo.
Ser su agua derretida
en la suela de alguien,
muriendo a la espera.
De ser algo más que esto,
una ola fantasmal de alma,
violenta y melancólica.
Un ojo de búho solo,
tan alejado en piedra.
Ser más vida y llanto
de lo que puedo
atreverme a ofrecer.
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