En esta penumbra al borde de la soledad
Puedo escuchar el latido de tú corazón
Mientras observo a la callada luna
Los cielos nocturnos nos envuelven suavemente.

Mi corazón cálido derrama mil lágrimas congeladas
Esperando que entre las cenizas del frío nazca un gran árbol
Del cual sus hojas brillen por reflejo del astro e iluminen los suelos de la lombriz aburrida
Envuelta en su efecto soporífero por falta de comida, solo puede esperar su vuelo al cielo.

Ojalá sintieras esta serenidad y respires el frío aire puro de una mañana en la que no existe nadie.
de vida es el aire de los seres flotantes, a los entes, espíritus animales y humanos que habitaron aquí.
Mientras entre luciérnagas me dices que no me aleje de ti.
que no te deje sola en la profundidad de este gran bosque
yo te prometo que no te dejaré.
no te dejare en la boca de esta nueva era.

No tengo la explicación de por qué el mundo herido ha decido refrigerarse
Mientras puedas mirar el cielo
Mientras puedas tocar el océano
Mientras respires vida
Y aunque sea difícil
Mientras yo tenga otra oportunidad de verte
Agradeceré.



© Diego Ojeda rain