Sí, me duele, claro que me duele,
¿acaso crees, que no sangra una herida?
¿Que por lo que expreso en papeles,
tengo yo el sentido justo de la vida?

¿Piensas, tal vez, que tener una habilidad
es sinónimo de virtud y de grandeza?
¿Que hacer algo que otro no y por vanidad
burlarme de él es un acto de riqueza?

¿O solo piensas, que las personas son objetos
moldeables e incansables que se exprimen?
¿El talento lo es todo en la vida de los sujetos
sin tener pago alguno como un crimen?

¿Soy solo yo el que no entiende del mundo
y sus poderes que sirven para el éxito?
¿Y qué es el éxito? ¿No es lo que en profundo
la gente piensa que es la fama, el dinero y el mérito?

Todas esas cosas son un vacío infinito,
algo que nunca en la vida se podrá llenar,
pero las personas solo quieren sentir lo exquisito
del placer sin detenerse a pensar.

Tú te preguntas si de verdad yo siento
lo que hago, si de sangre se cubren mis manos,
si de sudor por la ansiedad presiento
recorrerme la angustia entre gusanos...

Pues claro que siento dolor, sino no estaría
escribiendo en este momento amargo,
y lamento decepcionar lo que creías
que era un don mi desdichar letargo...

Escribo solo porque duele, se poza,
ni mi orgullo me sirve para escapar,
no me gustan los versos en prosa
y tampoco los libres como la altamar...

Todo se tiñe de negro y rojo, rojo y negro,
las páginas quedan marcadas con ese color,
el borrador es solo un instrumento que integro
por si el final de este poema me causa mucho dolor.


© Sulmon