...

8 views

Mi Dios no está muerto
Vaya, cuanto ha pasado, y no. Este no es un poema.
Es más bien una anécdota, un resumen de lo aprendido.
Desde que elegí alejarme de Dios y enfrentarme sola al dolor, han sucedido unas cuantas tragedias...
Yo tenia una bonita relación con el Creador, pero ante su negación a hacer mi voluntad y ayudarme a mis sueños realizar mi corazón se endureció.
Elegí enojarme, y alejarme, rompí una hermosa relación por arrogancia y obsesión a algo que nunca alcancé de todos modos, a unos sueños de papel.

Yo no vengo a ser religiosa, ni decirte cosas básicas que te pueden estresar, vengo a decirte la verdad.ð
Ahora, viendo hacia atrás, me doy cuenta de que lo que viví lejos de Dios siempre me iba a pasar, la diferencia radicaba en como lo iba a enfrentar.
La paz que este mundo no da, en la tormenta tener tranquilidad a pesar del dolor, porque tienes fe en Dios.

Yo viví esa tormenta en la absoluta soledad por elección, y perdí... déjame decirte que terminé intentando suicidarme y hospitalizada por eso.
Y soy directa al decirlo para que veas el alcancé de Dios.

Aún ante mi dolorosa elección, él estuvo ahí de alguna manera, no tan cercano como para estar en paz en medio de esa tragedia, pero si para cuidarme y mantenerme viva aún cuando yo hice todo lo que estaba a mi alcance para acabar muerta.

Dios ha estado siempre ahí, esperando que vuelva a buscarlo, esperando escuchar mi voz pidiendo perdón por los pecados, para dármelo sin dudarlo.
Dios a estado esperándome todo este tiempo, aguardando el día en que su oveja perdida vuelva al rebaño.

© Estefany Hernandez