Soberanos labios de mujer
Y aparece la luna inquieta
pronunciando tu nombre
y olvidando el mío,
aparece, y todo parece no tener fin,
las nubes desaparecen
y el sol se niega a salir.
Las aves se olvidan de su canto
cuando te ven sonreír.
Ya no quedan estaciones
donde liberar y dejar ir los dolores del alma,
ya no quedan trenes ni andenes que nos abracen con nostalgia en un abrazo en solitario.
Ya no queda penumbra en la que nuestros ojos
no se digan con anhelo
que se quieren más allá de la muerte.
Y así se nos va la vida,
en un abrir y cerrar de ojos que...
pronunciando tu nombre
y olvidando el mío,
aparece, y todo parece no tener fin,
las nubes desaparecen
y el sol se niega a salir.
Las aves se olvidan de su canto
cuando te ven sonreír.
Ya no quedan estaciones
donde liberar y dejar ir los dolores del alma,
ya no quedan trenes ni andenes que nos abracen con nostalgia en un abrazo en solitario.
Ya no queda penumbra en la que nuestros ojos
no se digan con anhelo
que se quieren más allá de la muerte.
Y así se nos va la vida,
en un abrir y cerrar de ojos que...