Brilla por ti
Cómo quisiera habitar en mis sueños,
donde los días no duelen
y las metas se alcanzan con manos firmes.
Ahí te tengo,
como siempre quise tenerte,
dándome el amor que en la realidad me fue negado.
Pero despierto,
y el peso del día me hunde,
la maldita verdad me golpea,
la que todos conocemos,
esa que arrebata los suspiros
y nos devuelve al frío de la soledad.
Tal vez tú también lo sientas,
lector de la noche,
esa necesidad de huir,
de escapar hacia un lugar donde la vida
no sea más que un reflejo de lo que deseamos.
Pero, ¿por qué no transformar este presente?
¿Por qué no hacer de nuestra lucha un acto de amor
hacia nosotros mismos?
El éxito no es un sueño lejano,
es el fruto de cada paso que damos,
del sudor que dejamos en el camino.
Y aunque lo que anhelamos se haya desvanecido,
aunque no podamos tener a quien amamos,
aún nos queda una batalla por ganar:
la de ser más grandes que nuestro dolor,
la de convertirnos en quienes siempre quisimos ser.
© @poemasagridulces
donde los días no duelen
y las metas se alcanzan con manos firmes.
Ahí te tengo,
como siempre quise tenerte,
dándome el amor que en la realidad me fue negado.
Pero despierto,
y el peso del día me hunde,
la maldita verdad me golpea,
la que todos conocemos,
esa que arrebata los suspiros
y nos devuelve al frío de la soledad.
Tal vez tú también lo sientas,
lector de la noche,
esa necesidad de huir,
de escapar hacia un lugar donde la vida
no sea más que un reflejo de lo que deseamos.
Pero, ¿por qué no transformar este presente?
¿Por qué no hacer de nuestra lucha un acto de amor
hacia nosotros mismos?
El éxito no es un sueño lejano,
es el fruto de cada paso que damos,
del sudor que dejamos en el camino.
Y aunque lo que anhelamos se haya desvanecido,
aunque no podamos tener a quien amamos,
aún nos queda una batalla por ganar:
la de ser más grandes que nuestro dolor,
la de convertirnos en quienes siempre quisimos ser.
© @poemasagridulces