Musa al rescate.
Haz encendido en mi corazón una llama sin tregua
Puedo sentir sus brasas extendiéndose en todas mis venas.
Calor que recorre intrépido y sin frenos,
Manifestando la vida misma en todo mi cuerpo.
¿En qué momento este ha dejado de latir?
Paseándose en el recuerdo añorando sentir.
Los eventos que bajo la luna brindaron alegría
Fueron la resolución que al mirar tus ojos encontré la eudaimonía.
No soy creyente de caballeros y cuentos de hadas,
De castillos, dragones y princesas en jaulas.
Y aunque sé que el amor propio es el verdadero
No niego que eres la musa rescatándome de mis tormentos.
Amor mío, seca de tus mejillas esas lágrimas tibias.
Decora este lúgubre mundo con tu inmarcesible sonrisa
Permíteme, oh dulce dama,
Quedarme dormido sobre tu alma.
Acompáñame esta noche en mi cama
Para amarnos hasta que llegue la mañana.
© Oscarino
Puedo sentir sus brasas extendiéndose en todas mis venas.
Calor que recorre intrépido y sin frenos,
Manifestando la vida misma en todo mi cuerpo.
¿En qué momento este ha dejado de latir?
Paseándose en el recuerdo añorando sentir.
Los eventos que bajo la luna brindaron alegría
Fueron la resolución que al mirar tus ojos encontré la eudaimonía.
No soy creyente de caballeros y cuentos de hadas,
De castillos, dragones y princesas en jaulas.
Y aunque sé que el amor propio es el verdadero
No niego que eres la musa rescatándome de mis tormentos.
Amor mío, seca de tus mejillas esas lágrimas tibias.
Decora este lúgubre mundo con tu inmarcesible sonrisa
Permíteme, oh dulce dama,
Quedarme dormido sobre tu alma.
Acompáñame esta noche en mi cama
Para amarnos hasta que llegue la mañana.
© Oscarino