No es que sea roca y hielo (aunque este hielo tenga un estado inconsistente) flotando en la nada, manteniéndose en un espacio ocupado por el vacío,
es un cielo, un cielo mitológico sin deidades al que ofrendar hecatombes, pero es una entidad máxima e incomprendida.
La uranometría calculó para la humanidad y dio un resultado de distancia y tiempo:
navegar aquel trayecto de una millonésima porción del cosmos es inversamente proporcional
a cruzar esa misma millonésima
en ese mismo cosmos.
Es decir, distancia y tiempo son nociones dilatantes y transformables.
Hay elementos diversos en ese vacío como la radiación y el silencio;
para la conciencia el tiempo es un concepto filosófico, pero allá el tiempo
es dimensional afectando la materia.
Esperemos que los motores de curvatura no sean un fiasco y, al menos, nos acerquen aún más.
Acaloradas y extensas fueron las discusiones para confirmar su condición.
Tantos lúmenes por metro cuadrado no fueron suficientes,
es decir, poca luz resultante para unos ojos que dependían de una lente
de baja refracción.
En 1781 fue el año. Hershel observó algo así como un cometa, pero no estaba seguro,
las inseguridades son un talante con respuestas imprecisas.
¿Cómo no estar inseguro si en ese cosmos se difunden y confunden miles de estrellas?
Siendo de una curvatura insólita
y
con ochenta y cuatro años de órbita
en torno al círculo solar lo enaltecieron a planeta.
Cualquier pedazo de roca es existente
y está movida directamente por golpes de atracción; esto dice la primera Ley de Newton:
aquel objeto inmóvil se mantendrá inmóvil, o aquel que se mantiene en movimiento seguirá así,
a menos que una fuerza externa intervenga y altere esos estados,
en otras palabras:
el cosmos es un sitio donde el reposo o la agresión
para un cuerpo están supeditados
por un evento cósmico y particularmente aleatorio.
¿No es la misma teoría del Azar?
Toda materia es una masa y ocupa un lugar en el espacio,
lugar que no es inamovible, las fuerzas que confluyen, interactúan
para un tiempo que no podemos definir.
Quienquiera que mirara dentro de la dimensión de ese cosmos se habría confundido a causa de la duda.
¿Quién le culparía?
Cada roca en movimiento en el cosmos es un objeto para indagar, y todo movimiento, aunque lento, es energía.
¡Oh, pobre cíclope tosco cargando hielo y roca!
Un abrazo no solo es caricia, asimismo es un canal...