Un paseo sin sentido
recuerdo estar animada,
aquella extraña mañana,
en la que brisas traían,
remedios para agonía.
y paseos largos daba,
mi brújula me indicaba,
caminando en el infierno,
que me llevaría al cielo.
avances precipitados,
nunca mal me habían dejado,
tal vez suena a un pecado,
que nada me había esforzado.
mi brújula acompañante,
atrajo amigos y amantes,
una gran familia estable,
tres ambientes desafiantes.
si no era uno era el otro,
no estabilizaba todo,
y si fallaba en uno de estos,
los otros eran consuelo.
poco a poco, en mi paseo,
pude ver lo verdadero,
puede que me haya perdido,
mal la brújula he leído.
todo negro empieza a verse,
me doy cuenta de quien eres,
fue mirarme al espejo,
y gritar “yo no soy eso”.
extraño el lugar de inicio,
porque ahí algo había tenido,
ahora todo está perdido,
los ambientes y el sentido.
veo que los pasos que he dado,
son tan infravalorados,
porque me han llevado a esto,
a un lago de desconsuelo.
el despecho a mi me abraza,
me promete que se pasa,
pero que no es pasajero,
si entro al lago, aquí me quedo.
pero es reconfortante,
me comprende, lo comparte,
y planteo todo pararlo,
¿dejo este camino largo?
veo mis pasos sin sentido,
que con ganas he vivido,
esperando que había algo,
estoy peor que en el pasado.
tal vez me haya divertido,
no veo a nadie aquí conmigo,
a mi ser yo hoy abrazo,
la única que me ha amado.
ya no gozo más de ambientes,
de que me quiera la gente,
y estar solo no es tan malo,
duele no ser nunca amado.
no poder compartir penas,
con alguien que si me quiera,
me desgarra y voy al lago,
me ahogo por sobrellevarlo.
el despecho en esas aguas,
consigue atrapar mi alma,
me susurra “es una pena,
tu cabeza estaba llena,
la brújula es quien te estrella,
tú configuras a esta”.
© Luna Nueva
aquella extraña mañana,
en la que brisas traían,
remedios para agonía.
y paseos largos daba,
mi brújula me indicaba,
caminando en el infierno,
que me llevaría al cielo.
avances precipitados,
nunca mal me habían dejado,
tal vez suena a un pecado,
que nada me había esforzado.
mi brújula acompañante,
atrajo amigos y amantes,
una gran familia estable,
tres ambientes desafiantes.
si no era uno era el otro,
no estabilizaba todo,
y si fallaba en uno de estos,
los otros eran consuelo.
poco a poco, en mi paseo,
pude ver lo verdadero,
puede que me haya perdido,
mal la brújula he leído.
todo negro empieza a verse,
me doy cuenta de quien eres,
fue mirarme al espejo,
y gritar “yo no soy eso”.
extraño el lugar de inicio,
porque ahí algo había tenido,
ahora todo está perdido,
los ambientes y el sentido.
veo que los pasos que he dado,
son tan infravalorados,
porque me han llevado a esto,
a un lago de desconsuelo.
el despecho a mi me abraza,
me promete que se pasa,
pero que no es pasajero,
si entro al lago, aquí me quedo.
pero es reconfortante,
me comprende, lo comparte,
y planteo todo pararlo,
¿dejo este camino largo?
veo mis pasos sin sentido,
que con ganas he vivido,
esperando que había algo,
estoy peor que en el pasado.
tal vez me haya divertido,
no veo a nadie aquí conmigo,
a mi ser yo hoy abrazo,
la única que me ha amado.
ya no gozo más de ambientes,
de que me quiera la gente,
y estar solo no es tan malo,
duele no ser nunca amado.
no poder compartir penas,
con alguien que si me quiera,
me desgarra y voy al lago,
me ahogo por sobrellevarlo.
el despecho en esas aguas,
consigue atrapar mi alma,
me susurra “es una pena,
tu cabeza estaba llena,
la brújula es quien te estrella,
tú configuras a esta”.
© Luna Nueva