Mi helada pena
Dulce y blanco invierno,
¿cómo puedes ser tan cruel?
Me bendices y luego tomas todo lo que más amé...
Dejándome con un eco de lo que una vez fue un sueño,
¿por qué no me trataste como a un lugareño?
Todo, todo, todo me arrebataste,
así, sin más, me lo quitaste.
Mi amor, mi musa, mi rosa,
todo lo que alguna vez desee,
mi bella esposa...
Tu polvo invernal cayendo sobre su fría piel es lo...