Como alfiletero,
todo me apuñala,
tan finos son los malditos,
como agujas de plata.

No es el momento,
decía mi madre,
llorar mañana,
pensar después de morir,
así nacen los poetas.

Pareciera surreal,
una vida llena de voces,
y ambiente social,
parece salón,
el sudor de este inmundo calor,
con ganas de matar,
de conmigo acabar.

Como agujas,
penetran los días en mis noches,
los soles con mis lunas,
cada día más te extraño,
pero me haces mucho daño.

Los sueños por la borda,
necesidad de contacto,
cada recuerdo,
como vista de borracho,
canciones y soles pasan,
pero tú no te asomas por mi ventana.

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