Demonios de Papel y los Magos de las Letras:

Hace muchos años, antes de que las palabras existieran, las comas separaran y los puntos dieran por terminado el llanto, o lo aplazaran un renglón más abajo; los humanos gritaban al cielo sus historias, escupían sus desgracias, y el viento los escuchaba, cantando sus versos al alba, diciendo sus Odas al cielo sagrado, y narrando sus conjuros a la luna llena o las nubes grises. Los escritores que cuando eso solo hablaban, pensaban o conjuraban (siempre en la oscuridad ellos); pronto vieron la necesidad de mostrar lo suyo a los demás: con raros signos negros, de curvas y malabares; con puntos y señales, dramáticos ellos.
Aquellos dioses de las palabras, magos de las letras: solos estaban, con su tinta negra y sus pergaminos amarillentos. Aquellos extraños señores del papel, figuras místicas ellos, que en la oscuridad trabajan, que en la soledad ellos encuentran las palabras: escritas en las paredes, o en los susurros de los demonios.
Apodados fueron aquellos que escribían, pero no todos, fueron desterrados del nombre los que escribían obligados, sin sentimiento ni llanto. Solo aquellos que sobre el papel han llorado, que han sentido el fuego del infierno arder en su pecho mientras su mano conjuraba versos; solo aquellos, querido lector, que viven del papel como su sangre, y que dependen de la tinta como el aire, solo aquellos, han de ser Magos de las Letras; esos seres extraños que en el infierno trabajan que solo existen en un papel, esos, esos que solos morirán a la par de mil garabatos y tinta negra. Solo ellos saben hacer eterna el alma.

Han de ser sus discípulos esos que se ilusionan y escriben cartas, que solo les queda sentir las letras en su corazón, antes de terminar de decir todo, para poner un: "Adiós".


por Benyemal
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