Duele mucho esconderse tras palabras, utilizar puntos suspensivos para ocultar llanto, duele mucho exclamar felicidad y amor cuando en realidad solo quieres enfatizar el dolor.

Arde, ardo por dentro, ni los llantos desgarradores pueden curar mis lamentos ¿Que lamento? ¿Por qué hay lamentos? es triste no poder reconocer ni mis propios sentimientos.

Duele, duele tanto que quiero arrancar mi pecho, mis dedos para que no sigan escribiendo... quiero callar al alma y matar los sentimientos, el estima y el agrado a un mundo desgraciado.

Desenredar los nudos y deshacer los signos de preguntas son algo que mi estimado ser está vez solo no lo puede hacer. Está cansado, de siempre dar ayuda y no ser ayudado.

Duele, querer, amar, intentar y fracasar, pero lo que más duele, es soportar. Porque no hay elección, no hay una opción.

Arde, arde y quema, quema tanto que duele, duele pero, te acostumbras al dolor, aunque llegue un punto dónde ya, no puedes soportarlo.

Entristece el hecho de que por más que intentes darle sentido a esos signos de puntuacion, relacionados al llanto de mi dolor, nadie entienda un texto que viene de algo más profundo que el alma del ser escritor, esto es más para mi, que para ti mi querido lector.

© kbetzavethluque