Culpable somos de haber amado
una fantasía que creció en demasía,
embriagando la razón a cielo nublado
cuando nunca fue lo que realmente parecía.

El corazón enloquece cuando la bruma aparece
te ciega y remece atrapa y desgarra...no te suelta,
fragmenta lo que queda de conciencia
sólo para seguir resguardando la apariencia.

Pienso en el amor como cruel delito
del cual su juicio tendrá a lugar
y en el que se juzgará la forma de amar
con la correspondiente sentencia a saldar.

Dos cosas pueden pasar, como suele ocurrir...
que seas declarado inocente y nada pasó
o culpable y no tengas lugar donde huir
debido a tu débil argumento que fracasó.

Si el amor fuese delito habrían demasiados delincuentes
que arriesgarían todo...hasta la vida,
aún sabiendo que cargarían con dolor hasta la muerte
sólo por estar con esa persona querida.

El amor no es un juego... más parece un duelo,
si alguien puede salir realmente lastimado
abatido y destrozado arrastrándose por el suelo
sin duda es el amor el que será sentenciado.


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