Quería esperar un poco antes de comenzar,
pero siento que mi cabeza va a explotar,
me hundo en un abismo y no se como escapar.

Llevo varios días soñando despierta,
imagino una vida que ya no está
, me muero por creer que es posible cambiar,
sin embargo la vida se siente tan fría.

Mi fantasma de recuerdos pasados,
me atormenta
tal vez solo quiere acompañarme por esta cruel travesía,
antes pensaba que era una mediocre,
ahora se que lo soy,
no solo eso,
también huyo de los problemas al igual que una cobarde.

Estoy perdida,
puedo intentar ignorar temores,
la única realidad es que siguen ahí,
puede que este texto no tenga coherencia alguna,
pero realmente es una carta de auxilio,
porque nadie más comprendería lo que se siente perderse a uno mismo.

Hace tanto tiempo que no atente contra mí cuerpo,
recientemente lo pensé,
imagine un filo perfecto rozando mi delicada piel,
y esta tiñendo un camino de rojo vivo que seguro iba a doler.

No,
claro que no estoy dando lo mejor de mi,
quiero decir que aunque lo intente,
no puedo seguir.

La pequeña niña que habitaba en mi interior se perdió,
tal como el día se va con su sol para dejar un solitaria luna vacía,
Sabía que esa niña no volvería cuando corrió a esconderse en su pequeño rincón,
llorando me decía "vete, aquí estoy mejor",
ni tres puñales en mi espalda dolieron tanto como abandonarla sin compasión.

Todo da lo mismo cuando te encuentras al borde del colapso,
todos tenían demasiadas expectativas en mi,
es una pena saber que no las pude cumplir.






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