Génesis
Poco a poco ella se iba desvistiendo
al mismo tiempo que con premura
yo la iba vistiendo con este cuerpo
que ardía como sol qué desea a la luna.
la besé... Dios sabe que la besé
hasta no dejar ni un solo centimetro
de su fina y delicada piel
con el nombre de este poeta.
Saboree de ella cada uno de sus sabores.
Dulces, intensos... Todos los hice míos.
Ella disfrutó cada acto pecaminoso
que yo realizaba en su cuerpo y mente.
Escuchar el sonido de su voz,
de sus gemidos que tanto me enloquecen,
impulsaban mis legiones,
me hacían embestirla hasta morir...
Oh dulce es el fruto prohibido
que de ti he mordido.
Salado es el néctar que de mí has probado
hasta dejar la copa vacía.
- Mirlo -
© La Jaula del Mirlo
al mismo tiempo que con premura
yo la iba vistiendo con este cuerpo
que ardía como sol qué desea a la luna.
la besé... Dios sabe que la besé
hasta no dejar ni un solo centimetro
de su fina y delicada piel
con el nombre de este poeta.
Saboree de ella cada uno de sus sabores.
Dulces, intensos... Todos los hice míos.
Ella disfrutó cada acto pecaminoso
que yo realizaba en su cuerpo y mente.
Escuchar el sonido de su voz,
de sus gemidos que tanto me enloquecen,
impulsaban mis legiones,
me hacían embestirla hasta morir...
Oh dulce es el fruto prohibido
que de ti he mordido.
Salado es el néctar que de mí has probado
hasta dejar la copa vacía.
- Mirlo -
© La Jaula del Mirlo