...

10 views

Contra mi inercia
Me levanto por inercia,
con la mirada aún borrosa.
Es tan tenue el invierno
y su sol levemente cuerdo
que entra y roza
mis mejillas frías.

El sueño, antes pesado,
aliviana su cuerpo
de nada y todo
con el día exprimiendo
su capacidad de alejar
el ser pensante
que me enferma.
Sin un adiós
sola me deja,
junto a un espejo
que pretende
ser reflejo mío.

No lo sé, es confuso
mirar mi rostro,
directo a sus ojos.
Porque me veo
y pasan los minutos
que caen sin mi control.

Un reloj avanza eterno,
como agua que se resbala
de mis manos indecisas.
Una asfixia de palabras
contra lo que tengo al frente,
un robo silencioso
de mi oro sin valor.
Es una pausa que clava
mi pupila como un adorno
en un papel sin autor.
Es el delirio que precede
mi tortura diaria.

De caminar bajo el sol,
en la piel que siento ajena.
Las pisadas sobre mi sombra
clavada el cemento
y sus grietas
que arrugan el momento.

Salgo de casa por inercia,
es un lugar que me mortifica,
y me dirijo hacia otro.
Llego sin saber bien las calles,
con una mezcla que desborda
frustraciones que logran
ojeras en mi rostro:
aquel actor de comedia,
con un guión vacío,
y un público ausente
en el teatro mímico
de estar presente.

© All Rights Reserved