Sol invicto
Renaciente Amaterasu, fulgente crisantemo,
portentoso Helios, destructor y fecundo,
has sido degradado, Sol inmortal.
Nos han dicho que terminarás agotado,
el río del Oscuro te apagará en sus aguas torrentosas
y devenido en una estrella extinta,
sol negro,
los hombres que ahora te acotan,
los que despojaron de sus misterios al cielo
con garabatos y cálculos,
te acompañarán en el largo y frío sueño de la nada.
Pero antes tu luz bañará nuestras ruinas,
hará crecer en los restos de nuestra insolencia,
hierbas y árboles robustos
llenos de una savia nueva,
que abrirán sus cápsulas en el feroz esfuerzo de vivir,
y sus estambres perfumarán el aire viciado;
reptiles coloridos saldrán de entre los escombros a tu encuentro
a recibir tus vitales rayos
y la tierra convaleciente palpitará
agradecida.
© Mauricio Arias correa