La Musa Perversa [El llamado]
Esa noche,
nuestra respiración invadió
toda la habitación.
Fuimos indomables,
imparables...
Nada nos saciaba,
buscábamos más...
Mucho más.
Su piel ya tenía marcado
mi nombre,
mi lengua conocía muy bien
La exquisitez de su sabor,
de su fragancia.
Ambos fuimos intensificando las llamas,
nos perdimos en ese mar
de sudor, saliva.
Pero...
nuestra respiración invadió
toda la habitación.
Fuimos indomables,
imparables...
Nada nos saciaba,
buscábamos más...
Mucho más.
Su piel ya tenía marcado
mi nombre,
mi lengua conocía muy bien
La exquisitez de su sabor,
de su fragancia.
Ambos fuimos intensificando las llamas,
nos perdimos en ese mar
de sudor, saliva.
Pero...